¡Oh, amor de Dios! Letra y acordes



Cantemos con entendimiento


Este hermoso himno nos habla de la grandeza y la inmensidad del amor de Dios, un amor que trasciende la comprensión humana y que ha sido la base de nuestra redención en Cristo.


1. El amor de Dios desde el principio

Desde el inicio de la humanidad, Dios ha mostrado su amor. A pesar del pecado de Adán y Eva en el Edén, Dios no los dejó sin esperanza. Aunque fueron expulsados, Él les prometió un Salvador (Génesis 3:15). Esta es la primera profecía mesiánica en la Biblia, donde Dios anuncia que la descendencia de la mujer herirá la cabeza de la serpiente.

Este amor se manifiesta en que, aun cuando el pecado nos separó de Dios, Él no nos abandonó.

  • Romanos 5:8 "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros."

2. La grandeza indescriptible del amor de Dios

El amor de Dios es tan vasto que no hay forma de medirlo o describirlo completamente. Esto nos recuerda a Efesios 3:18-19, donde Pablo ora para que los creyentes puedan comprender la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo, que sobrepasa todo entendimiento.

Además, esta idea se alinea con:

  • Jeremías 31:3 "Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia."

La redención del hombre a través de Cristo es la máxima expresión de este amor.

  • Juan 3:16 "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."

3. La eternidad del amor de Dios

La última estrofa nos recuerda que todo lo terrenal pasará, pero el amor de Dios permanecerá para siempre.

  • Isaías 40:8 "La hierba se seca, la flor se marchita; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre."

Cuando los reinos y planes humanos desaparezcan, la fidelidad de Dios seguirá intacta. Su amor es eterno y los redimidos lo adorarán por la eternidad, como lo describe:

  • Apocalipsis 7:9-10 "Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en sus manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero."

Reflexión final

Este himno nos invita a maravillarnos del amor infinito de Dios. Nos recuerda que su amor no está condicionado a nuestras acciones ni limitado por nuestra comprensión. Es un amor que dio a su Hijo para salvarnos y que nos sostiene más allá de este mundo. Como cristianos, debemos vivir en gratitud y confianza en este amor, reflejándolo en nuestra relación con los demás.

Que este himno sea un recordatorio de que, sin importar nuestras fallas, el amor de Dios es inmutable y eterno. Su gracia nos ha alcanzado, y su amor nos sostendrá hasta la eternidad.

  • Romanos 8:38-39 "Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."

Amén. 🙏



El Inmenso Amor de Dios



📖 "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."

– Romanos 8:38-39



¡Oh, amor de Cristo!



𝐀𝐮𝐭𝐨𝐫: Frederick M. Lehman, 1917  ✏️

1. ¡Oh, amor de Dios! tu inmensidad,
el hombre no podrá contar,
ni comprender la gran verdad
que Dios al hombre pudo amar.
Cuando el pecar entró al hogar
de Adán y Eva en Edén,
Dios los sacó, más prometió
un Salvador también.

Coro:
¡Oh, amor de Dios! brotando está,
inmensurable, eternal.
Por las edades durará,
inagotable raudal.

2. Si fuera tinta todo el mar,
y todo el cielo un gran papel,
y todo hombre un escritor,
y cada hoja un pincel,
nunca podría describir,
el gran amor de mi Dios.
que al hombre pudo redimir
de su pecado atroz.

3. Y cuando el mundo pasará,
con cada reino mundanal,
y cada reino caerá,
con cada trama y plan carnal.
El gran amor del Redentor
por siempre durará;
la gran canción de salvación
su pueblo cantará.

 

 





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Marca de Agua
Marca de Agua
                
𝐀𝐮𝐭𝐨𝐫: Frederick M. Lehman, 1917 ✏️

             A
1. ¡Oh, amor de Dios! tu inmensidad,
           E            A
el hombre no podría contar,

ni comprender la gran verdad
             E            A A7
que Dios al hombre pudo amar.
             D              A
Cuando el pecar entró al hogar
           E       A  A7
de Adán y Eva en Edén,
           D             A
Dios los sacó, más prometió
         E       A
un Salvador también.


Coro:
      A7       D              A
¡Oh, amor de Dios! brotando está,
        E         A  A7
inmensurable, eternal.
          D         A
Por las edades durará,
      E        A
inagotable raudal.

2. Si fuera tinta todo el mar,
y todo el cielo un gran papel,
y todo hombre un escritor,
y cada hoja un pincel,
nunca podría describir,
el gran amor de mi Dios.
que al hombre pudo redimir
de su pecado atroz.

3. Y cuando el tiempo pasará,
con cada reino mundanal,
y cada reino caerá,
con cada trama y plan carnal.
El gran amor del Redentor
por siempre durará;
la gran canción de salvación
su pueblo cantará.


   

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